El actualidad el arte contemporáneo esta presente
en múltiples lenguajes que se expanden cada vez más, dentro de su condición, en el sentido de lo perceptual este se ha modificado, de ser un objeto de
contemplación , se ha
dirigido a actuar como una presentación de procesos cambiantes de
carácter, de articulación y de
entendimiento como aquellas formas de comunicación. Vemos ya presente y existente la disolución
del mismo arte como proyecto
modelo de un lenguaje moderno e incluso posmoderno, porque no necesariamente se
debe de tratar de un objeto bello,
sino que éste se ha encaminado al analizar otros factores, estimulando así cuestionamientos, y otras estructuras.
Entre
estos procesos perceptuales y de trabajo, el arte se resignifica a través de
múltiples tratamientos de acuerdo a las necesidades de la sociedad y los
criterios de los artistas. Se puede decir que mucha de la actual presentación
del arte contemporáneo reside en la necesidad de provocar el constante razonamiento
en el espectador y en el propio quehacer artístico. De aquí se ha de ubicar solo a una parte de esa forma de
activar un proceso artístico y este lo trabaja con un énfasis mayor que en
épocas anteriores para hablar del
propio arte en este caso solo se centrara el trabajo el análisis del concepto
disertado de lo que es la memoria.
Está memoria siempre ha ocupado un lugar en la historia y en la
vida de la humanidad, ligado al pasado, es parte de un constante rescate de la
realidad sucedida en un tiempo y en un espacio existente.
A
la memoria la podemos codificar en múltiples presentaciones, ella se puede supedita a los intereses y las
necesidades de ciertos sectores o problemáticas sociales; se encuentra unida
inevitablemente a su contra parte que es el olvido, pero busquemos primeramente
que es la memoria y el olvido, en el internet al ir buscando en el Google,
este envía inmediatamente a la página Wikipedia la enciclopedia libre donde nos
explica que los términos encontrados están en constante cambio y no contiene
del todo una validez oficial o aprobada por alguna academia de la lengua o un
instituto que se dedique al tema de lo que significa una palabra; este medio digital, virtual y
electrónico cita a la memoria del carácter humano cerebral como el espacio donde se almacena y se
graba la información relevante de lo que captamos con los sentidos, y se localiza
en una parte de la mente, por esto la memoria está adherida a los factores
sensibles y externos.[1] Pero la
definición descrita solo explica
en términos muy acotados, no en otros como son los personales, sociales, políticos y colectivos ya
que estos se encuentran dispersos en debates y cuestionamientos de diferentes
estudiosos y analistas del tema.
La
memoria tiene múltiples definiciones
de acuerdo a la especialización y
de lo que llega a significar. Por
esto hay que decir que la memoria se localiza como un agente en constante trasformación y que el arte actualmente del mismo modo toma un papel como
mediador o comunicador de la misma.
Así que parte del interés de estudiarla y de trabajarla se remite a la memoria
social, histórica, colectiva o aquella que tiene un defecto en lo sensible por
así decirlo ya que puede partir del recuerdo, y la experiencia personal,
desligándose de una memoria política.
Así
la memoria se vuelve el concepto y el tema de trabajo sobre procesos de
estudio, de investigación y de búsqueda que ayuda al arte para presentar otra
vista, explicación y ampliación del mismo. Este al tomar a la memoria pretende
o trata de disolver el olvido, pero hasta qué punto es importante rescatar la
memoria.
Mucha
de la problemática actual ejerce una interpretación de la memoria con fines o
intereses de consumo, de espectacularización
y de ganancias, aparte de la ya muy utilizada memoria política.
Hay
que decir que mucho del interés por ésta radica, en lo que se quiere o se
pretende olvidar. El olvido se vuelve un elemento fundamental para la memoria y
la existencia de la misma por los actuales factores sociales, comunicativos y
de intereses.
Se puede hablar del rescate de la memoria por el olvido a fin de que aquella haya sido supeditada a no tomar en
cuenta; de igual forma por los factores de poder, de conveniencia, de falta de
comunicación o simplemente de
motivación por aquellos agentes sociales o individuales.
El olvido se describe en términos generales y comunes como
aquella definición en la que es no tener la capacidad para recordar y guardar alguna información y momentos como parte
de las percepciones en la realidad, estos no desaparecen simplemente quedan
almacenados en otro espacio de la mente humana. [2]
Así también se puede decir que el olvido forma parte necesaria de la memoria ya
que puede activarse el recuerdo olvidado en el instante necesario. El olvido
también está ligado como la memoria al recuerdo con el otro factor que es la
amnesia esta es importante porque se vuelve la protagonista cuando se manipula
la memoria con fines o intereses particulares, políticos o
económicos desde un aspecto de la globalización actual, y se ha visto en
persistentes cambios por un pasado inmediato.
De
estos cuatro elementos memoria-recuerdo, olvido- amnesia, parte de los
lenguajes que toma el arte actual para el procesamiento y realización de
estrategias artísticas.
La
inclinación por tomar y trabajar la memoria ha partido de situaciones externas
como son el actual resácate de un pasado vendible ya que no existe una
intención real de un futuro prometedor, resultado de la desilusión por el
proyecto moderno.
Otro
es por la necesidad de hablar sobre la historia pero a partir de las
microhistorias, como son las personales y de vida, gracias también al designio
de la muerte de la historia universal y moderna, como aquel tema general donde
una categoría se le podía asignar a cualquier cultura.
De esto el arte parte para convertirse en un indagador de la memoria y
sus subsecuentes elementos de estudio así como designios.
Tomando
como referencia y debate a Huyssen, éste describe dos partes de su
conceptualización y análisis, que es
la memoria política y un tipo de amnesia social.
Nos habla de una memoria política como el elemento
contemporáneo en términos globales donde hace dos diferenciaciones, uno es la
memoria como papel de consumo y de mercantilización, ligado al deseo de adquirir
productos que remite a épocas pasadas, generando así nuevas necesidades
triviales.
...al boom de la moda retro y de
muebles que reproducen los antiguos, al marketing masivo de la nostalgia, a la
obsesiva automusealización a través del videograbador, a la escritura de
memorias y confesiones, auge de la autobiografía y de la novela histórica
posmoderna con su inestable negociación entre el hecho y la ficción, a la
difusión de las prácticas de la memoria en las artes visuales, con frecuencia centradas en el medio
fotográfico, y al aumento de los documentales históricos en televisión...[3]
El
autor delimita y traduce como memoria de consumo a todos estos factores, pero
realmente todos tienen y hablan de un consumo mercantil, esto no es
necesariamente cierto ya que muchas de las acepciones citadas como son las
memorias escritas , y a lo que nos compete que son las practicas de las
memorias en las artes visuales van más allá de la mercantilización, de una
memoria política supeditada a los sistemas constantes de poder globalizado, se
puede hablar si de una memoria tal vez de consumo pero este no está
fundamentado en la compra y venta, en un término capitalista sino en un dar a
conocer elementos que la historia oficial o la historiografía en donde el
pasado escrito está limitado por
intereses de poder así que otras vistas de ese pasado no se han dicho o se han mencionado.
También a raíz de la acepción del término
Globalización y neutralidad en el mundo, surgió a nivel social la manifestación de la memoria como una
postura política que denegaba la afirmación del término global, mostrando así
que no se puede hablar de un todo
oficial preponderante, cuando hay otras unidades sociales delimitadas y afectadas. De esto sí se
habla de una memoria de consumo de la necesidad de comunicar algo que no se
encontraba presente para una era, donde el olvido se encuentra en constante
presencia, y en que el arte ejerce el papel de comunicador o recordatorio de
esta memoria. Las tácticas y las formas de trabajarla se modifican de acuerdo a
su persistencia, el medio fotográfico si es el más usado para la memoria pero
este es diferente en su estrategia ya que solo es un elemento más del proceso
que actualmente el artista elabora desde el documento, el archivo, la
entrevista, y otros medios en los que esta involucrado el concepto de la
memoria. Tomando esto como parte de los factores sociales, ya no es un elemento
aislado de otros, la memoria contiene un significado político, social, emotivo
y contundente para decirnos que el pasado hay que volverlo a inscribir de otra
manera.
Pero
también como nos cita el autor se trasforma en una memoria de consumo mercantil
donde todo elemento, que remite al recuerdo es vendible, aquel que habla de un
compromiso menor ya que está ligado más al entretenimiento y a generar la
eterna cadena de la sociedad del espectáculo, al espectacularizar el recuerdo
este se vuelve un arquetipo de consumo a niveles masificados. Donde entre más
fidedigno se vea de una época pasada más alto es su valor, de ahí el gran éxito
que ha provocado mucho las modas retro que han pasado por las ultimas décadas
del siglo veinte, notamos que de los años noventa para lo que se lleva del
siglo veintiuno, la moda ha pasado por lo hippie de los sesenta, hasta el actual modo de vestir ya
rehusado de los ochentas posmodernos, esto a pesar de ser un discurso de venta
en constante agotamiento genera más ganancias y placeres espectaculares, que se
pueden comparar con los rápidos cambios que se general en los medios
tecnológicos para comunicar a las personas, como son, los celulares, las
computadoras y toda esta era digital. Provocando esto que se forme en la mente de las personas el
ya constante olvido y amnesia, estableciendo así una clase de sociedad
alienada.
La
memoria ya espectacularizada, es el factor que permite accionar políticas
hegemónicas y globalizadoras, provocando así que esta sea también el factor de
la inexistencia de la misma como es en su papel social.
Al
estas ligada con el pasado cumple un papel también determinado por el tipo de
pasado que se remita, ya que no es el mismo pasado de hace un siglo, una década de unos años o de hace
unos meses. Esta memoria es supeditada a los recuerdos colectivos que exigen
dar la continuidad cuando otros factores remiten a su olvido constante.
Pero al mismo tiempo, claro
está, no siempre resulta fácil trazar la línea que separa del pasado mítico del
pasado real, que, sea donde fuere, es una de las encrucijadas que se plantean a
toda política de la memoria. Lo real puede ser mitologizado de la misma manera
en que lo mítico puede engendrar fuertes efectos de realidad. En suma, la
memoria se ha convertido en una obsesión cultural de monumentales proporciones
en el mundo entero.
Paralelamente, resulta importante
reconocer que mientas los discursos de la memoria en cierto registro parecen
ser globales, en el fondo siguen ligados a las historias de naciones y estados
específicos.[4]
Estamos hablando de una memoria que
se trasforma en una entidad que esta en constante fictización donde el pasado es el espacio idóneo para
realizarse dicha incongruencia, el arte entonces tiene que esquivar, trabajar e
incluso atacar estas medidas. Al tomar la memoria
como formas que al ser estructuradas como parte de la memoria política,
esta clase de estrategia sirve más
para general no solo una memoria con
ciertos fines, como es la
compra y venta espectacular sino más allá de eso.
En
esta memoria que juega con el comprar o vender, la mass media ostenta un papel preponderante, cuantas veces no hemos
visto películas, libros y objetos fetiche que conmemoran una vista light, de lo
que es el pasado de hace unas décadas que nos muestra una vista rosa y cursi
para hablarnos de lo que era esos tiempos, objetos e imágenes faltos de los compromisos sociales y
jugando más con los motivos de lo individual que está en constante expansión
con la cuestión ficticia en un rango mucho menor de compromiso, un buen ejemplo
es la serie española Cuéntame como paso que abarca de la década de los
sesenta hasta la caída del franquismo de los años ochenta.
El
planteamiento de la memoria esta siempre ligado también al elemento de la
identidad, el cual se ve fragmentado o deconstruido cuando está supeditada,
olvidada y alienada a los factores
de la política y de las historias oficiales de los sistemas de poder del
estado y de las hegemonías económicas.
Esto
siempre se ha vislumbrado como el elemento que permite darle el carácter de institución,
junto con la historiografía, y el pasado; la memoria, se convierte en el
archivo resguardado y olvidado en las cajas de los acervos, culturales,
sociales y estatales; de las
personas, de las familias, de los hogares, de las escuelas, de los institutos,
de los museos y de las oficinas.
Esta
memoria solo es tomada en cuenta y considerada en ciertas épocas y tiempos
políticos; cuando hay ciertos factores
de intereses del poder (como antes lo dijimos) provocan su atención en estos y
ven en ella una necesidad superficial de traerla a la luz y de darla a conocer
como código social y cultural.
De esto se genera una nueva cultura de
la memoria, en la que se rescata un pasado pero, no del todo a sabiendas que
puede afectar las conciencias y dar lugar a lo que se sigue temiendo que es una restructuración y planteamiento de lo que sería
el futuro inmediato, presente o lejano, que trata de buscar las mejoras reales
que apartan la idea del proyecto moderno, así como también del actual proyecto
posmoderno conservador.
Esta cultura de
la memoria se encuentra
supeditada, en que se apropie de imaginarios forjados en un tiempo y en un espacio virtual, por esto se
encuentra en constantes deserciones y debates. Generando así un elemento que
suscribe una cantidad mayor de lo que pueden ser las diferentes versiones que
deben enjuiciar y proclamar como cultura de la memoria.
A
manera de conclusión el arte a formado el doble papel de las diferentes memorias, ya no solo vemos, aquellas
que rinden un tributo a lo que no ha sido tomado en cuenta por sus localidades
y abusos de poder del estado, esta también aquella que conmemora y trabaja
constantemente por el resácate de una memoria que la sociedad local exige no se
olvide, y encontramos otra memoria tomada por el arte con un discurso
conservador , que remite a arquetipos de estructuración de una memoria ficticia
e individualizada por intereses económicos, de moda y de poder.
La
memoria es y seguirá siendo labor no solo del arte, sino de múltiples
conocimientos y ciencias que permitirá dar otra lectura a su definición, así
como también junto con el recuerdo, el olvido y la amnesia, social e individual.
Por esto se busca una relación en que la
obra de arte puede ser un documento para la memoria ya que alcanzara a ser más
contundente que un objeto donde solo su finalidad ya que solo se muestra en un
grado de contemplación física y mental, puede que el simple objeto al tener una
carga emblemática de una época nos este remitiendo a la memoria, pero puede
caer como se comento anteriormente a aquella forma trivial y que solo se
transforma en lo que es la compra y la venta en un objeto de lo perecedero y el
placer momentáneo, pero no en un documento visual o físico de un problema o
hecho de la sociedad y de la cultura, de esa época que muestra.
Para
entender mejor esto sobre como una obra tiene esa capacidad de ser un documento
visual, que está en constante reflexión hablaremos de una pieza visual de la
artista mexicana Minerva Cuevas,
el video arte de Minerva que se titula disidencias se nos muestra
primeramente en un formato de espectador individualizado donde, el goce de la
imagen en movimiento es casi solo para una persona así que la reflexión también
se vuelve individual y esto da pie hablar de cómo el documento se remite si a
una memoria general pero a través de una individualidad. Disidencia muestra
primeramente a un personaje que hace ya más de una década en el año 1994, junto
con otras personas mostraron su inconformidad social, estas personas forman
parte de los sectores acotados culturalmente como los indígenas, esta
inconformidad no solo la mostraron contra un sistema gubernamental que no
escuchaba sus demandas, sino también con un país y un pueblo mexicano que
tampoco los tomaba en cuenta, este video vemos a un líder ya popularizado como
Marcos emitiendo un discurso donde habla de esas desigualdades y desacuerdos
con lo establecido sistemáticamente, esta primera imagen emitida hace que
trabajen los factores de la memoria para todos aquellos que saben de los
acontecimientos de una memoria histórica de un pasado inmediato, mirar la
imagen se puede remitir a los hechos ocurridos el primero de enero de 1994,
donde el factor del tiempo y el recuerdo toman un papel tal vez de nostalgia,
de reflexión o de indiferencia sobre lo que es la disidencia y la figura de un
personaje como Marcos en el vemos a un Marcos maduro con otra mirada y otra
expresión de lo poco que nos deja ver su pasamontañas puestos, es un Marcos ya
suavizado por el tiempo en el que la existencia del desacuerdo a tenido que
tomar otro rumbo hacia la aceptación de formar parte de un espectáculo, ya que
este Marcos dista de ser aquel que se mostro ese 1ero de enero de 1994, como
figura de total resistencia y representación emblemática de los desiguales y
los oprimidos de los que no han sido tomados en cuenta, el Marcos del video es
aquel que entro al juego y opiniones de los mass media como parte de un show
discursivo, en donde lo vemos en programas televisivos de carente información y
de distracciones ufanas, por esto el personaje Marcos que se muestra en este
video es un personaje ya no es aquel que representaba una causa de los
desposeídos, los desacuerdos y las disidencias culturales, políticas y
económicas de una sociedad o de un sector de la sociedad mexicana, si no se que
es el Marcos como un actor que forma parte ya de una sociedad del espectáculo
no solo por salir en televisión si no por ser una imagen de consumo de compra y
venta en revistas, estampas y otros fetiches, que no solo se muestra como una
figura sino que esa figura es una moda o un boom del momento y esto ha
convertido (en gran medida) a un
movimiento social que se mostraba en aquel 1994; como disidente y transformador
de las diferencias para un mejor modo de vida para los indígenas primeramente y
posteriormente para toda aquella persona que sufría de desigualdad social,
política y cultural no solo de México y América latina, que ese proyecto
solo fue momentáneo y que no llego a realizar ciertos objetivos, aquí la imagen
tiene un encuentro con el que la mira con el recuerdo y la memoria, al entrar
estos dos factores que interactúan con las mentalidades la imagen se vuelve tal
vez en un detonador de sentimientos, puntos de opinión y cuestionamientos de lo
que puede ser la memoria y la disidencia, también se puede mostrar como un
documento de lo que fue después del movimiento social y “guerrillero”, que este
se transforma como lo muestra el video en otro Subcomandante Marcos aquel que
ya forma parte de la sociedad de Espectáculo.
El
video también conforme continúa la imagen en movimiento y nos va mostrando una
construcción de las imágenes que puede servir como un documento, son una serie
de vistas sobre campamentos, protestas, plantones y marchas de toda aquella
masa inconforme que habita tanto en la ciudad de México como la del país. En él
se miran las diferentes manifestaciones, marchas y mítines que muestran una
inconformidad y malestar social, esto va combinado con imágenes de
edificaciones, como inmuebles estructurados con la idea de “vivienda del
bienestar”, los multifamiliares, departamentos de bajo presupuesto y otras
edificaciones que actualmente son más presentes en una periferia; son viviendas
inestables y de carácter popular, conforme se va mostrando la composición
visual se puede mirar como intercalo en la edición con imágenes de objetos,
carteles, pintas, murales y otras manifestaciones visuales que muestra para el
autor un carácter de la disidencia, esté video puede ser más que una imagen de
contenido estético, el contenedor de valores ideológicos, de formas de pensar y
de sentir para el artista y para
lo que considera importante de lo que significa ser disidente, es un documento
donde la cámara se denota mas en un papel de mirón o voyeur que de un testigo
en cierto grado de compromiso, por esto es el que registra un acontecimiento o
hecho para la historia, a través de saber los acontecimientos ya que al hacer
una serie de asociaciones visuales es darle un hilo a la construcción de la
memoria, que esta memoria forma parte del recuerdo que permite poder remitir a
otras imágenes captadas de una realidad en un pasado inmediato.
Aquí
la obra de arte es tal vez más un documento para la memoria que puede servir
posteriormente para entender y sobre todo para cuestionar posiciones,
actitudes, puntos de vista de lo histórico, la historia y sobre todo de lo que
es la memoria tanto colectiva como la individual.
[1] La memoria humana es la función cerebral resultado de conexiones sinápticas entre neuronas mediante la que el ser humano puede retener experiencias pasadas.
Los recuerdos se crean cuando las neuronas
integradas en un circuito refuerzan la intensidad de las sinapsis.
Estas experiencias, según el alcance temporal con el que se
correspondan, se clasifican, convencionalmente, en memoria a corto plazo (consecuencia de la simple excitación de
la sinapsis para reforzarla o sensibilizarla transitoriamente) y memoria a largo plazo (consecuencia
de un reforzamiento permanente de la sinapsis gracias a la activación de
ciertos genes y a la síntesis de las proteínas correspondientes).
La memoria humana, a diferencia de la
memoria de los animales que actúa principalmente sobre la base de sus
necesidades presentes, puede contemplar el pasado y planear el futuro. Respecto
de su capacidad, se ha calculado el cerebro humano puede almacenar información que
“llenaría unos veinte millones de volúmenes, como en las mayores bibliotecas
del mundo”. Algunos neurocientíficos han calculado que en toda una vida se
utiliza solo una diezmilésima parte (0,0001) del potencial del cerebro.
[2] Olvidar es una acción involuntaria que consiste en
dejar de recordar, o de guardar en la memoria, información adquirida. A menudo el
olvido se produce por el "aprendizaje interferente", que es el aprendizaje
que sustituye a un recuerdo no consolidado en la memoria, y lo
"desaparece" de la conciencia. Debemos
recordar que uno recuerda que ha olvidado algo, es decir que sabe que tenía un
conocimiento que ya no está allí, por lo tanto los recuerdos olvidados no
desaparecen, sino que son sepultados en el inconsciente.
Fuera del olvido normal (por aprendizaje
interferente), existen otros tres tipos de olvido, que se pueden clasificar en
otros 3 grandes grupos (serían cuatro con el olvido normal): olvido traumático,
psicológico y fisiológico. El olvido traumático es amnesia causada por golpes en la cabeza, que
pueden generar amnesias de distintos tipos, por ejemplo: olvidar lo anterior al
golpe o la desaparición de recuerdos periódicamente etc.
El olvido psicológico, vendría a ser el olvido
que es causado por una alteración del funcionamiento psíquico normal. Ejemplo:
una enfermedad psicológica, hipnosis, etc. Es el olvido que puede tener una
persona que padece de esquizofrenia, o el de
alguien que no recuerda lo sucedido durante una sesión de hipnosis. El olvido
fisiológico es causado por problemas en el desarrollo de ciertas partes del
cerebro o sistema nervioso, ejemplo: una formación incompleta del sistema
límbico. Un caso común de este tipo de problema es cuando un paciente no tiene
recuerdos claros de su niñez.
Existe también el olvido
causado por el uso de psicotrópicos
(sustancias que alteran el funcionamiento normal del cerebro), pero este no es
natural, y no entra en los 4 grandes tipos de olvido. Una persona bajo los
efectos de ciertos fármacos puede no ser capaz de recordar algunos eventos.
[3] Huyssen, Andreas. En busca del
futuro perdido. Cultura y memoria en tiempos de globalización. Editorial,
Fondo de Cultura Económica de Argentina, México. D.F 2002, .pag.18.
No hay comentarios:
Publicar un comentario