sábado, 23 de febrero de 2013

LA MEMORIA TEMA PARA EL ARTE.


El actualidad el arte contemporáneo esta presente en múltiples lenguajes que se  expanden cada vez más, dentro de su condición,  en el sentido de lo perceptual este  se ha modificado, de ser un objeto  de  contemplación ,  se ha dirigido  a  actuar como una  presentación de procesos cambiantes de carácter, de articulación  y de entendimiento como aquellas formas de comunicación. Vemos  ya presente y existente la disolución del mismo  arte como proyecto modelo de un lenguaje moderno e incluso posmoderno, porque no necesariamente se debe de tratar  de un objeto bello, sino que éste se ha encaminado al analizar otros factores,  estimulando  así cuestionamientos, y otras estructuras.
Entre estos procesos perceptuales y de trabajo, el arte se resignifica a través de múltiples tratamientos de acuerdo a las necesidades de la sociedad y los criterios de los artistas. Se puede decir que mucha de la actual presentación del arte contemporáneo reside en la necesidad de provocar el constante razonamiento en el espectador y en el propio quehacer artístico.  De aquí se ha de ubicar solo a una parte de esa forma de activar un proceso artístico y este lo trabaja con un énfasis mayor que en épocas anteriores  para hablar del propio arte en este caso solo se centrara el trabajo el análisis del concepto disertado de  lo que es la memoria.
Está  memoria siempre ha ocupado un lugar en la historia y en la vida de la humanidad, ligado al pasado, es parte de un constante rescate de la realidad sucedida en un tiempo y en un espacio existente.
A la memoria la podemos codificar en múltiples presentaciones, ella se  puede supedita a los intereses y las necesidades de ciertos sectores o problemáticas sociales; se encuentra unida inevitablemente a su contra parte que es el olvido, pero busquemos primeramente que es la memoria  y el olvido, en  el internet al ir buscando en el Google, este envía inmediatamente a la página Wikipedia la enciclopedia libre donde nos explica que los términos encontrados están en constante cambio y no contiene del todo una validez oficial o aprobada por alguna academia de la lengua o un instituto que se dedique al tema de lo que significa una palabra;  este medio digital, virtual y electrónico cita a la memoria del carácter humano cerebral  como el espacio donde se almacena y se graba la información relevante de lo que captamos con los sentidos, y se localiza en una parte de la mente, por esto la memoria está adherida a los factores sensibles y externos.[1] Pero la definición  descrita solo explica en términos muy acotados, no  en  otros  como son los personales, sociales, políticos y colectivos ya que estos se encuentran dispersos en debates y cuestionamientos de diferentes estudiosos y analistas del tema.
La memoria tiene  múltiples definiciones de acuerdo a la  especialización y de  lo que llega a significar. Por esto hay que decir que la memoria se localiza  como un agente  en constante trasformación y que el arte actualmente  del mismo modo toma un papel como mediador o comunicador de la misma.  Así que parte  del interés  de estudiarla y  de trabajarla se remite a la memoria social, histórica, colectiva o aquella que tiene un defecto en lo sensible por así decirlo ya que puede partir del recuerdo, y la experiencia personal, desligándose de una memoria política.
Así la memoria se vuelve el concepto y el tema de trabajo sobre procesos de estudio, de investigación y de búsqueda que ayuda al arte para presentar otra vista, explicación y ampliación del mismo. Este al tomar a la memoria pretende o trata de disolver el olvido, pero hasta qué punto es importante rescatar la memoria.
Mucha de la problemática actual ejerce una interpretación de la memoria con fines o intereses de consumo, de  espectacularización y de ganancias, aparte de la ya muy utilizada memoria política.
Hay que decir que mucho del interés por ésta radica, en lo que se quiere o se pretende olvidar. El olvido se vuelve un elemento fundamental para la memoria y la existencia de la misma por los actuales factores sociales, comunicativos y de intereses.
Se puede hablar del rescate de la memoria  por el olvido a fin de que aquella  haya sido supeditada a no tomar en cuenta; de igual forma por los factores de poder, de conveniencia, de falta de comunicación  o simplemente de motivación por aquellos agentes sociales o individuales.
El olvido se  describe  en términos generales y comunes como aquella definición en la que es no tener la capacidad para recordar y guardar  alguna información y momentos como parte de las percepciones en la realidad, estos no desaparecen simplemente quedan almacenados en otro espacio de la mente humana. [2] Así también se puede decir que el olvido forma parte necesaria de la memoria ya que puede activarse el recuerdo olvidado en el instante necesario. El olvido también está ligado como la memoria al recuerdo con el otro factor que es la amnesia esta es importante porque se vuelve la protagonista cuando se manipula la memoria con fines o intereses particulares, políticos o económicos desde un aspecto de la globalización actual, y se ha visto en persistentes cambios por un pasado inmediato.
De estos cuatro elementos memoria-recuerdo, olvido- amnesia, parte de los lenguajes que toma el arte actual para el procesamiento y realización de estrategias artísticas.
La inclinación por tomar y trabajar la memoria ha partido de situaciones externas como son el actual resácate de un pasado vendible ya que no existe una intención real de un futuro prometedor, resultado de la desilusión por el proyecto moderno.
Otro es por la necesidad de hablar sobre la historia pero a partir de las microhistorias, como son las personales y de vida, gracias también al designio de la muerte de la historia universal y moderna, como aquel tema general donde una categoría se le podía asignar a cualquier cultura.
De esto el arte parte para convertirse en un indagador de la memoria y sus subsecuentes elementos de estudio así como designios.
Tomando como referencia y debate a Huyssen, éste describe dos partes de su conceptualización y análisis, que  es la memoria política y un tipo de amnesia social.
Nos habla de una memoria política como el elemento contemporáneo en términos globales donde hace dos diferenciaciones, uno es la memoria como papel de consumo y de mercantilización, ligado al deseo de adquirir productos que remite a épocas pasadas, generando así nuevas necesidades triviales.
...al boom de la moda retro y de muebles que reproducen los antiguos, al marketing masivo de la nostalgia, a la obsesiva automusealización a través del videograbador, a la escritura de memorias y confesiones, auge de la autobiografía y de la novela histórica posmoderna con su inestable negociación entre el hecho y la ficción, a la difusión de las prácticas de la memoria en las artes visuales, con  frecuencia centradas en el medio fotográfico, y al aumento de los documentales históricos en televisión...[3]
El autor delimita y traduce como memoria de consumo a todos estos factores, pero realmente todos tienen y hablan de un consumo mercantil, esto no es necesariamente cierto ya que muchas de las acepciones citadas como son las memorias escritas , y a lo que nos compete que son las practicas de las memorias en las artes visuales van más allá de la mercantilización, de una memoria política supeditada a los sistemas constantes de poder globalizado, se puede hablar si de una memoria tal vez de consumo pero este no está fundamentado en la compra y venta, en un término capitalista sino en un dar a conocer elementos que la historia oficial o la historiografía en donde el pasado escrito  está limitado por intereses de poder así que otras vistas de ese pasado   no se han dicho o se han mencionado.

También a raíz de la acepción del término Globalización y neutralidad en el mundo, surgió a nivel social  la manifestación de la memoria como una postura política que denegaba la afirmación del término global, mostrando así que no se puede hablar de un todo  oficial preponderante, cuando hay otras  unidades sociales delimitadas y afectadas. De esto sí se habla de una memoria de consumo de la necesidad de comunicar algo que no se encontraba presente para una era, donde el olvido se encuentra en constante presencia, y en que el arte ejerce el papel de comunicador o recordatorio de esta memoria. Las tácticas y las formas de trabajarla se modifican de acuerdo a su persistencia, el medio fotográfico si es el más usado para la memoria pero este es diferente en su estrategia ya que solo es un elemento más del proceso que actualmente el artista elabora desde el documento, el archivo, la entrevista, y otros medios en los que esta involucrado el concepto de la memoria. Tomando esto como parte de los factores sociales, ya no es un elemento aislado de otros, la memoria contiene un significado político, social, emotivo y contundente para decirnos que el pasado hay que volverlo a inscribir de otra manera.
Pero también como nos cita el autor se trasforma en una memoria de consumo mercantil donde todo elemento, que remite al recuerdo es vendible, aquel que habla de un compromiso menor ya que está ligado más al entretenimiento y a generar la eterna cadena de la sociedad del espectáculo, al espectacularizar el recuerdo este se vuelve un arquetipo de consumo a niveles masificados. Donde entre más fidedigno se vea de una época pasada más alto es su valor, de ahí el gran éxito que ha provocado mucho las modas retro que han pasado por las ultimas décadas del siglo veinte, notamos que de los años noventa para lo que se lleva del siglo veintiuno, la moda ha pasado por lo hippie de los sesenta,  hasta el actual modo de vestir ya rehusado de los ochentas posmodernos, esto a pesar de ser un discurso de venta en constante agotamiento genera más ganancias y placeres espectaculares, que se pueden comparar con los rápidos cambios que se general en los medios tecnológicos para comunicar a las personas, como son, los celulares, las computadoras y toda esta era digital.  Provocando esto que se forme en la mente de las personas el ya constante olvido y amnesia, estableciendo así una clase de sociedad alienada.    
La memoria ya espectacularizada, es el factor que permite accionar políticas hegemónicas y globalizadoras, provocando así que esta sea también el factor de la inexistencia de la misma como es en su papel social.
Al estas ligada con el pasado cumple un papel también determinado por el tipo de pasado que se remita, ya que no es el mismo  pasado de hace un siglo, una década de unos años o de hace unos meses. Esta memoria es supeditada a los recuerdos colectivos que exigen dar la continuidad cuando otros factores remiten a su olvido constante.   

Pero al mismo tiempo, claro está, no siempre resulta fácil trazar la línea que separa del pasado mítico del pasado real, que, sea donde fuere, es una de las encrucijadas que se plantean a toda política de la memoria. Lo real puede ser mitologizado de la misma manera en que lo mítico puede engendrar fuertes efectos de realidad. En suma, la memoria se ha convertido en una obsesión cultural de monumentales proporciones en el mundo entero.
Paralelamente, resulta importante reconocer que mientas los discursos de la memoria en cierto registro parecen ser globales, en el fondo siguen ligados a las historias de naciones y estados específicos.[4]
  Estamos hablando de una memoria que se trasforma en una entidad que esta en constante fictización donde  el pasado es el espacio idóneo para realizarse dicha incongruencia, el arte entonces tiene que esquivar, trabajar e incluso atacar estas medidas. Al  tomar la memoria  como formas que al ser estructuradas como parte de la memoria política, esta  clase de estrategia sirve más para general no solo una memoria con  ciertos  fines, como es la compra y venta espectacular sino más allá de eso.
En esta memoria que juega con el comprar o vender, la mass media ostenta un papel preponderante, cuantas veces no hemos visto películas, libros y objetos fetiche que conmemoran una vista light, de lo que es el pasado de hace unas décadas que nos muestra una vista rosa y cursi para hablarnos de lo que era esos tiempos,  objetos e imágenes faltos de los compromisos sociales y jugando más con los motivos de lo individual que está en constante expansión con la cuestión ficticia en un rango mucho menor de compromiso, un buen ejemplo es la serie española Cuéntame como paso que abarca de la década de los sesenta hasta la caída del franquismo de los años ochenta.
El planteamiento de la memoria esta siempre ligado también al elemento de la identidad, el cual se ve fragmentado o deconstruido cuando está supeditada, olvidada y alienada a los factores  de la política y de las historias oficiales de los sistemas de poder del estado y de las hegemonías económicas.
Esto siempre se ha vislumbrado como el elemento que permite darle el carácter de institución, junto con la historiografía, y el pasado; la memoria, se convierte en el archivo resguardado y olvidado en las cajas de los acervos, culturales, sociales y estatales; de  las personas, de las familias, de los hogares, de las escuelas, de los institutos, de los museos y de las oficinas.
Esta memoria solo es tomada en cuenta y considerada en ciertas épocas y tiempos políticos; cuando  hay ciertos factores de intereses del poder (como antes lo dijimos) provocan su atención en estos y ven en ella una necesidad superficial de traerla a la luz y de darla a conocer como código social y cultural.
 De esto se genera una nueva cultura de la memoria, en la que se rescata un pasado pero, no del todo a sabiendas que puede afectar las conciencias y dar lugar a lo que se sigue  temiendo  que es una restructuración y planteamiento de lo que sería el futuro inmediato, presente o lejano, que trata de buscar las mejoras reales que apartan la idea del proyecto moderno, así como también del actual proyecto posmoderno conservador.

    Esta cultura de la memoria se encuentra  supeditada, en que se apropie de imaginarios  forjados en un tiempo y en un espacio virtual, por esto se encuentra en constantes deserciones y debates. Generando así un elemento que suscribe una cantidad mayor de lo que pueden ser las diferentes versiones que deben enjuiciar y proclamar como cultura de la memoria.
A manera de conclusión el arte a formado el doble  papel de las diferentes memorias, ya no solo vemos, aquellas que rinden un tributo a lo que no ha sido tomado en cuenta por sus localidades y abusos de poder del estado, esta también aquella que conmemora y trabaja constantemente por el resácate de una memoria que la sociedad local exige no se olvide, y encontramos otra memoria tomada por el arte con un discurso conservador , que remite a arquetipos de estructuración de una memoria ficticia e individualizada por intereses económicos, de moda y de poder.
La memoria es y seguirá siendo labor no solo del arte, sino de múltiples conocimientos y ciencias que permitirá dar otra lectura a su definición, así como también junto con el recuerdo, el olvido y la amnesia, social e individual.

 Por esto se busca una relación en que la obra de arte puede ser un documento para la memoria ya que alcanzara a ser más contundente que un objeto donde solo su finalidad ya que solo se muestra en un grado de contemplación física y mental, puede que el simple objeto al tener una carga emblemática de una época nos este remitiendo a la memoria, pero puede caer como se comento anteriormente a aquella forma trivial y que solo se transforma en lo que es la compra y la venta en un objeto de lo perecedero y el placer momentáneo, pero no en un documento visual o físico de un problema o hecho de la sociedad y de la cultura, de esa época que muestra.
Para entender mejor esto sobre como una obra tiene esa capacidad de ser un documento visual, que está en constante reflexión hablaremos de una pieza visual de la artista mexicana Minerva Cuevas,  el video arte de Minerva que se titula disidencias se nos muestra primeramente en un formato de espectador individualizado donde, el goce de la imagen en movimiento es casi solo para una persona así que la reflexión también se vuelve individual y esto da pie hablar de cómo el documento se remite si a una memoria general pero a través de una individualidad. Disidencia muestra primeramente a un personaje que hace ya más de una década en el año 1994, junto con otras personas mostraron su inconformidad social, estas personas forman parte de los sectores acotados culturalmente como los indígenas, esta inconformidad no solo la mostraron contra un sistema gubernamental que no escuchaba sus demandas, sino también con un país y un pueblo mexicano que tampoco los tomaba en cuenta, este video vemos a un líder ya popularizado como Marcos emitiendo un discurso donde habla de esas desigualdades y desacuerdos con lo establecido sistemáticamente, esta primera imagen emitida hace que trabajen los factores de la memoria para todos aquellos que saben de los acontecimientos de una memoria histórica de un pasado inmediato, mirar la imagen se puede remitir a los hechos ocurridos el primero de enero de 1994, donde el factor del tiempo y el recuerdo toman un papel tal vez de nostalgia, de reflexión o de indiferencia sobre lo que es la disidencia y la figura de un personaje como Marcos en el vemos a un Marcos maduro con otra mirada y otra expresión de lo poco que nos deja ver su pasamontañas puestos, es un Marcos ya suavizado por el tiempo en el que la existencia del desacuerdo a tenido que tomar otro rumbo hacia la aceptación de formar parte de un espectáculo, ya que este Marcos dista de ser aquel que se mostro ese 1ero de enero de 1994, como figura de total resistencia y representación emblemática de los desiguales y los oprimidos de los que no han sido tomados en cuenta, el Marcos del video es aquel que entro al juego y opiniones de los mass media como parte de un show discursivo, en donde lo vemos en programas televisivos de carente información y de distracciones ufanas, por esto el personaje Marcos que se muestra en este video es un personaje ya no es aquel que representaba una causa de los desposeídos, los desacuerdos y las disidencias culturales, políticas y económicas de una sociedad o de un sector de la sociedad mexicana, si no se que es el Marcos como un actor que forma parte ya de una sociedad del espectáculo no solo por salir en televisión si no por ser una imagen de consumo de compra y venta en revistas, estampas y otros fetiches, que no solo se muestra como una figura sino que esa figura es una moda o un boom del momento y esto ha convertido (en gran medida)  a un movimiento social que se mostraba en aquel 1994; como disidente y transformador de las diferencias para un mejor modo de vida para los indígenas primeramente y posteriormente para toda aquella persona que sufría  de desigualdad social,  política y cultural no solo de México y América latina, que ese proyecto solo fue momentáneo y que no llego a realizar ciertos objetivos, aquí la imagen tiene un encuentro con el que la mira con el recuerdo y la memoria, al entrar estos dos factores que interactúan con las mentalidades la imagen se vuelve tal vez en un detonador de sentimientos, puntos de opinión y cuestionamientos de lo que puede ser la memoria y la disidencia, también se puede mostrar como un documento de lo que fue después del movimiento social y “guerrillero”, que este se transforma como lo muestra el video en otro Subcomandante Marcos aquel que ya forma parte de la sociedad de Espectáculo.
El video también conforme continúa la imagen en movimiento y nos va mostrando una construcción de las imágenes que puede servir como un documento, son una serie de vistas sobre campamentos, protestas, plantones y marchas de toda aquella masa inconforme que habita tanto en la ciudad de México como la del país. En él se miran las diferentes manifestaciones, marchas y mítines que muestran una inconformidad y malestar social, esto va combinado con imágenes de edificaciones, como inmuebles estructurados con la idea de “vivienda del bienestar”, los multifamiliares, departamentos de bajo presupuesto y otras edificaciones que actualmente son más presentes en una periferia; son viviendas inestables y de carácter popular, conforme se va mostrando la composición visual se puede mirar como intercalo en la edición con imágenes de objetos, carteles, pintas, murales y otras manifestaciones visuales que muestra para el autor un carácter de la disidencia, esté video puede ser más que una imagen de contenido estético, el contenedor de valores ideológicos, de formas de pensar y de sentir  para el artista y para lo que considera importante de lo que significa ser disidente, es un documento donde la cámara se denota mas en un papel de mirón o voyeur que de un testigo en cierto grado de compromiso, por esto es el que registra un acontecimiento o hecho para la historia, a través de saber los acontecimientos ya que al hacer una serie de asociaciones visuales es darle un hilo a la construcción de la memoria, que esta memoria forma parte del recuerdo que permite poder remitir a otras imágenes captadas de una realidad en un pasado inmediato.
Aquí la obra de arte es tal vez más un documento para la memoria que puede servir posteriormente para entender y sobre todo para cuestionar posiciones, actitudes, puntos de vista de lo histórico, la historia y sobre todo de lo que es la memoria tanto colectiva como la individual.       


[1]  La memoria humana es la función cerebral resultado de conexiones sinápticas entre neuronas mediante la que el ser humano puede retener experiencias pasadas. Los recuerdos se crean cuando las neuronas integradas en un circuito refuerzan la intensidad de las sinapsis.
Estas experiencias, según el alcance temporal con el que se correspondan, se clasifican, convencionalmente, en memoria a corto plazo (consecuencia de la simple excitación de la sinapsis para reforzarla o sensibilizarla transitoriamente) y memoria a largo plazo (consecuencia de un reforzamiento permanente de la sinapsis gracias a la activación de ciertos genes y a la síntesis de las proteínas correspondientes).
La memoria humana, a diferencia de la memoria de los animales que actúa principalmente sobre la base de sus necesidades presentes, puede contemplar el pasado y planear el futuro. Respecto de su capacidad, se ha calculado el cerebro humano puede almacenar información que “llenaría unos veinte millones de volúmenes, como en las mayores bibliotecas del mundo”. Algunos neurocientíficos han calculado que en toda una vida se utiliza solo una diezmilésima parte (0,0001) del potencial del cerebro.
[2] Olvidar es una acción involuntaria que consiste en dejar de recordar, o de guardar en la memoria, información adquirida. A menudo el olvido se produce por el "aprendizaje interferente", que es el aprendizaje que sustituye a un recuerdo no consolidado en la memoria, y lo "desaparece" de la conciencia. Debemos recordar que uno recuerda que ha olvidado algo, es decir que sabe que tenía un conocimiento que ya no está allí, por lo tanto los recuerdos olvidados no desaparecen, sino que son sepultados en el inconsciente.
Fuera del olvido normal (por aprendizaje interferente), existen otros tres tipos de olvido, que se pueden clasificar en otros 3 grandes grupos (serían cuatro con el olvido normal): olvido traumático, psicológico y fisiológico. El olvido traumático es amnesia causada por golpes en la cabeza, que pueden generar amnesias de distintos tipos, por ejemplo: olvidar lo anterior al golpe o la desaparición de recuerdos periódicamente etc.
El olvido psicológico, vendría a ser el olvido que es causado por una alteración del funcionamiento psíquico normal. Ejemplo: una enfermedad psicológica, hipnosis, etc. Es el olvido que puede tener una persona que padece de esquizofrenia, o el de alguien que no recuerda lo sucedido durante una sesión de hipnosis. El olvido fisiológico es causado por problemas en el desarrollo de ciertas partes del cerebro o sistema nervioso, ejemplo: una formación incompleta del sistema límbico. Un caso común de este tipo de problema es cuando un paciente no tiene recuerdos claros de su niñez.
Existe también el olvido causado por el uso de psicotrópicos (sustancias que alteran el funcionamiento normal del cerebro), pero este no es natural, y no entra en los 4 grandes tipos de olvido. Una persona bajo los efectos de ciertos fármacos puede no ser capaz de recordar algunos eventos.
[3] Huyssen, Andreas. En busca del futuro perdido. Cultura y memoria en tiempos de globalización. Editorial, Fondo de Cultura Económica de Argentina, México. D.F 2002, .pag.18.
[4] Ídem.pag. 20-21.

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